domingo, 24 de enero de 2016

Lanata: Víctor Hugo Morales no está censurado porque está hablando por todas partes

El periodista Jorge Lanata, quien estará en el conversatorio ‘Periodismo en tiempos de cólera’, en el Hay Festival en Cartagena, habló con el diario El Tiempo, de Colombia sobre el periodismo en Argentina. Lanata emprenderá este año un proyecto continental llamado Ducto.com, un gran portal de noticias que tendrá su sede principal en la ciudad de Miami
...Uno de los signos más claros del kirchnerismo fue la persecución a los medios y a periodistas críticos, llegando incluso a la censura
Ellos montaron el aparato de propaganda más grande que hubo en la Argentina desde los años 50. Hay muchas similitudes entre el primer gobierno de Juan Domingo Perón y el kirchnerismo. Perón compró a casi todas las radios, pero no las estatizó. Las compró a través de empresarios amigos, y el kirchnerismo hizo algo parecido. Hay una cifra paradójica que resume todo: durante la época kirchnerista, el 80 por ciento de los medios en Argentina tenía vínculos con el Gobierno. O eran de empresarios amigos o recibían publicidad oficial para condicionar su línea política. Ese 80 por ciento solo lograba tener el 10 o 20 por ciento de la audiencia. Eran muchos medios, pero la gente no los seguía. Del otro lado estábamos nosotros, que éramos el 10 o 20 por ciento de los medios, que teníamos, y tenemos aún, el 80 por ciento de la audiencia. Nadie puede obligar a la gente por decreto a que escuche una cosa o vea otra o lea otra. Entonces, todo ese aparato, a pesar del dinero que se gastó, le sirvió al Gobierno para intimidar. Hubo casos de censura explícita, pero la mayoría fueron de autocensura.

El gobierno anterior siempre aseguró sentirse en desventaja mediática frente a multimedios como ‘Clarín’, pero a su vez creó un emporio comunicacional. ¿Cómo analiza esto?
No me parece casualidad que la mayoría de los gobiernos populistas se hayan peleado con el periodismo porque era lo único que los podía poner en riesgo. De hecho, había un antecedente filosófico que Cristina siguió, un pensador argentino que murió hace poco y que se llamaba Ernesto Laclau, uno de los filósofos del socialismo del siglo XXI. Laclau recomendaba la pelea con la prensa y que los dirigentes se comunicaran con el público de forma directa, sin intermediarios. El problema de este sistema es que permite que el dirigente hable, pero que nadie pueda responderle.

El otro lío, cuando el Gobierno discutió la Ley Audiovisual, es que pensó que uno puede crear audiencias por decreto, pero la gente no responde a los decretos en eso. Se puede crear audiencia con talento, pero no solo con dinero. El Gobierno no tuvo ese talento y tuvo dinero, pero este no le alcanzó para generar audiencia. Si tienes un diario y vende, como Clarín, medio millón de ejemplares diarios, ¿qué vas a hacer? ¿Decirle a la gente que no lo compre? Bien: se lo dices todos los días y la gente lo sigue comprando. ¿Y cómo haces? Lo cierras –cosa que por fortuna no hicieron– o lo hostigas, que fue lo que sí hicieron, porque atacaron a Cablevisión, Canal 13 o Radio Mitre, todas del Grupo Clarín. Cristina se creyó su propia mentira, que estaba haciendo una revolución en Argentina. Y hay un problema: las revoluciones no tienen prensa, no pueden permitir la prensa libre.

¿Por qué esa fijación del gobierno kirchnerista contra ‘Clarín’?
Con respecto a la relación con Clarín, el Gobierno tuvo dos épocas: la de Néstor Kirchner y la de Cristina. En la época de Néstor, Héctor Magnetto, el CEO de Clarín, iba a la Casa de Gobierno veinte veces, y fueron todas reuniones públicas. ¿Qué fue lo que hizo que se pelearan el Gobierno y Clarín? En un momento, el Gobierno quiso comprar Clarín a través de una maniobra hostil en la Bolsa de Londres, por intermedio de otros accionistas. Clarín se enteró y, a partir de ahí, se pelearon. Eso empezó siendo una pelea de negocios entre un grupo y un gobierno, no una pelea política. Después el Gobierno inventó la pelea política para seguirla.

¿Por qué el cambio de gobierno ha sido traumático para medios y programas abiertamente kirchneristas?
En el caso del programa de la TV Pública 6, 7, 8, la mayoría de los integrantes trabajaron conmigo en algún momento y eran antikirchneristas. ¿Por qué pasaron a ser kirchneristas? Básicamente por dinero. Son gente sin ninguna carrera que de golpe se encontraron en la televisión, con grandes sueldos, y es lógico que no quieran irse.

El caso de Víctor Hugo Morales es distinto porque él, como relator deportivo, siempre ganó mucho dinero y tuvo trabajo. Lo que pasó con Víctor Hugo es lo siguiente: Radio Continental, que hasta hace poco era la radio del Grupo Prisa, estaba, como decimos en Argentina, floja de papeles. Entonces, tenía problemas para su funcionamiento. ¿Cómo la presionaba el gobierno kirchnerista? Pidiéndole que pusieran a Víctor Hugo Morales y, en ese caso, no los iban a molestar. Así pasó por años.

Cuando ya se desprendieron del problema del gobierno, la radio lo echa. Lo que está pasando es una actitud de una empresa privada por un problema privado. Ellos no querían tenerlo desde hace mucho porque en el rating, Víctor Hugo ahora está quinto. No es negocio tenerlo. Pero, evidentemente, Víctor Hugo Morales no está censurado porque está hablando por todas partes.
Fuente: Diario El Tiempo

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