miércoles, 14 de noviembre de 2007

Los medios del Estado y la información pública en la nueva etapa CK

Por Eduardo Zukernik
El armado del nuevo gabinete que comenzó a pergeñar el matrimonio K en su residencia de El Calafate ofrecerá a la consideración pública algunas caras nuevas pero, en el caso del área de Medios, allí donde el vocero presidencial, Miguel Nuñez, se ha ganado el mote de “el mudo”, por su escasa y nula performance en materia de contactos e informaciones con los medios, todo indica que no habrá ningún cambio.
Los primeros datos en esa línea confirman que la senadora Fernández seguirá contando con los servicios del hombre que acompañó a su marido en un área donde, según el modelo informativo vigente es mejor hablar poco y nada o, como le aseguró la futura presidenta a Joaquín Morales Solá, en todo caso tomar nota de que el gobierno habla por su actos y los medios deben limitarse a contárselos a la gente, absteniéndose de opinar. Eso claro está, si –tal como le aclaró al conductor del programa de la TV cable Desde el Llano-, los medios pretenden alcanzar una buena relación con el gobierno cuando la Jefa de Estado electa entre en funciones.
Donde han comenzado a operarse algunos cambios es en la línea inferior dependiente, al menos en el diseño de la estructura, de la Secretaria de Medios, que hoy conduce Enrique Albistur. Buenas fuentes aseguran que la salida del publicitario no sería inminente, pero aseguran que se dará con el correr del 2008.
Se trata del llamado Sistema Nacional de Medios Públicos donde se agrupan la agencia de Noticias Télam, Canal 7 y Radio Nacional, una suerte de multimedios del estado que dio lugar a fuertes críticas de la oposición dada su falta de pluralismo informativo, antes, durante y después de la campaña electoral.
Al frente de dicho organismo días antes del cierre de campaña se anunció la designación de Gustavo López, un ex “sushi” del Grupo que integraron los hijos del ex presidente De la Rúa junto con Darío Lopérfido. López en esa época acompañó la fallida administración de De la Rúa desde el ComFeR, donde su gestión pasó virtualmente inadvertida.
El nuevo funcionario que vuelve al Estado de la mano del vicepresidente electo, el radical K Julio Cobos, acaba de efectuar su primer acto de presencia con la designación de Daniel Rosso, quien ocupará la dirección de Radio Nacional relevando en la posta a la periodista Mona Moncalvillo.
Rosso, que actuó como secretario de Prensa del destituido ex jefe de Gobierno porteño Aníbal Ibarra, deberá abordar su primera zona de conflicto en las nuevas tareas, atendiendo las demandas de las sedes de la AM estatal en el interior el país. El segundo paso obligado será configurar una programación que devuelva audiencia a la alicaída emisora que alguna vez se destacó entre los amantes de la radio por la calidad de su música. Otro renglón crítico será la cuestión periodística, hasta hoy nutrida esencialmente por cables de la agencia Télam, un órgano informativo tan cuestionado por su híper oficialismo que hasta su personal de redacción creó una página web denominada télamsincensura.blogspot.com.
Precisamente el futuro del actual presidente de la agencia de noticias estatal no aparece claro. Martín Granovsky, un ex Página/12 apadrinado por el jefe de Gabinete Alberto Fernández, podría dejar su cargo dado el alto nivel de conflictividad que sufrió durante su presidencia la empresa periodística y publicitaria oficial, que incluyó denuncias públicas sobre la emisión de información no chequeada por parte de editores de planta y posteriores contradenuncias de los señalados, alegando que las terminales editoras de Télam fueron retiradas del edificio de Bolívar al 500 creándose una suerte de agencia de noticias paralela.
Un nombre que circuló como posible sucesor del ex asesor de la Cancillería, en tiempos de Guido Di Tella, es el del periodista Ernesto Semán, un ex Clarín radicado en Nueva York donde acompaña la gestión del polémico cónsul Héctor Timerman desde el área de Prensa de la sede diplomática.
Timerman de excelente relación con la futura presidenta, por estos días quedó envuelto en una dura polémica con el editor de Perfil Jorge Fontevecchia y debió admitir que dirigió el vespertino La Tarde en apoyo de la dictadura de Videla, al mismo tiempo que buscó reducir el impacto de semejante señalamiento aclarando que por entonces tenía 22 años mientras adjudicaba tendencias antisemitas a su acusador.
Hasta ese momento el hombre que eclipsó la gestión del embajador saliente en Estado Unidos, José Octavio Bordón, por su rol destacado en la preparación de la agenda de la Primera Dama en sus varios viajes a la isla de Manhattan, llegó a probarse el traje de Canciller que hablaba de un destino distinto para Jorge Taiana. Tras el cruce con su ex empleador en la revista Noticias, como en el juego de la Oca volvió al punto de partida y ahora, en los mentideros se señala que no volvería para ejercer un cargo en Buenos Aires si no que ascendería a embajador político de la Casa Rosada llevando consigo al periodista Ernesto Seman.
Por el lado de Canal 7 también la directora Rosario Lufrano respaldada por su incondicional apoyo al matrimonio K, difícilmente deje su puesto, a pesar de las numerosas críticas que originó su labor, donde no sólo hubo periodistas cesanteados como Jorge Eliaschev y Víctor Hugo Morales, al plantear sus disidencias con ciertas medidas de la gestión de Kirchner, si no que además se exacerbó al extremo la línea editorial informativa de tinte oficialista.
En este aspecto, se presume que la gestión de López puede alcanzar alguna incidencia en los contenidos del noticiero del canal estatal, apoyado en su jefe político quien, como su antecesor Daniel Scioli, más allá de las desventuras políticas que le tocó vivir, se sostuvo en su mandato por cuatro años a cubierto de cualquier decreto.
¿Volverán las conferencias de prensa a la Casa Rosada o seguirá el nuevo modelo de periodistas invitados a Olivos? ¿Habrá Ley de acceso a la Información Pública, o seguirá regulada por decreto, donde los funcionarios deciden si responden o no? ¿Continuarán los retos desde el atril del Salón Blanco, o habrá aclaraciones cuando las noticias publicadas lo ameriten? Y por último: ¿Seguirá utilizándose la pauta oficial con la prensa amiga, o habrá equidad en la distribución de los avisos del Estado?
Todos estos interrogantes forman parte de los principales cuestionamientos que llegaron al gobierno saliente, desde dentro y fuera del país. En menos de un mes comenzarán a conocerse las respuestas para la etapa política que se inicia el 10 de diciembre.

Fuente: Update Semanal de la Revista Imagen

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