viernes, 21 de septiembre de 2007

Las curiosas respuestas de Bassó

Por Pablo Bosch
Agustín Daniel Bassó se sentó a las 18.10 en el salón de la Comisión de Acuerdos de la Legislatura santafesina. Enfrentó durante dos horas los cuestionamientos de los legisladores del Frente Progresista. La entrevista fue un trámite sencillo para el avezado vocal de la Cámara de Apelación Penal. Rechazó los cuestionamientos por su edad; aseguró que es un defensor de la reforma judicial; fustigó a varios jueces y al renunciante Rodolfo Vigo; dio su versión de la cena donde se cantó “Resistiré”. Sobre el proceso de selección de magistrados, dijo que en Santa Fe, “no se designa a los más brillantes, pero se designan a los menos peores”. Para el final se reservó un sarcasmo brutal dirigido a la diputada Alicia Gutiérrez. “Aunque sea me gustaría que me den el Falcon verde para salir a secuestrar gente, porque con mi auto no voy a salir, porque ya han dicho que integraba los grupos de tareas. Yo creo que se están confundiendo de persona”, remató, en respuesta a las declaraciones de la legisladora del ARI.
Superadas estas primeras formalidades, Agustín Basso tuvo que definir la función del juez dentro del estado de derecho. “Siempre la actividad de un magistrado debe estar orientada, guiada, por el respeto irresoluto a la Constitución de la Nación, a los actos que han sido incorporados en el año 1994 con rango constitucional y a la Constitución de su provincia”, para lo cual no alcanzaría con el título de abogado, sino que también se necesita “recorrer la Universidad, que no es la que nos da el título, sino que hay que tener contacto con la realidad de la sociedad”, dijo, todavía serio.
La entrevista verdadera comenzó con las preguntas de los legisladores del Frente Progresista. Estaban presentes los diputados Alfredo Cecchi (PS), Gabriel Real (PDP), Daniela Qüesta (UCR), Aldo Strada (ARI) y el senador Carlos Fascendini . Por el oficialismo firmaron el acta, los diputados, Mario Esquivel, Danilo Kilibarda, Mario Lacava y Dario Scataglini, acompañados por los senadores Joaquín Gramajo y Armando Traferri.
El primero en abrir el juego fue el socialista Alfredo Cecchi, preguntando sobre el inicio de los trámites jubilatorios del aspirante. “Tengo iniciado el trámite jubilatorio y tengo la jubilación ordinaria otorgada de acuerdo a la ley 6.915. De acuerdo a la nueva ley de jubilación vigente en la Provincia podíamos optar en el momento de la sanción de la ley, hice la opción y queda supeditada la concesión del beneficio, en definitiva, a que yo ponga fecha de cese”, dijo Bassó.
Cecchi quiso saber si compartía el criterio sustentado en su momento por la Provincia, en el caso del juez Casiano Iribarne, cuando se intento hacer valer el artículo 88 de la Constitución Provincial, que establece el cese de la inamovilidad de los magistrados a los 65 años.
“No comparto en absoluto, porque entiendo que por encima de las motivaciones de las Constituciones de las Provincias está la adecuación de estas Constituciones a la Carta Magna de la Nación, que establece edades totalmente distintas, a la nuestra de Santa Fe y de otras provincias, y hasta la última modificación no ha sido jurada por los miembros de la Corte de la Nación, que establece el plazo de 75 años, porque dicen que únicamente debe prevalecer el texto anterior, de que mientras dure su buen comportamiento tiene que seguir en funciones”, sostuvo Bassó.
- ¿O sea que no es una cuestión de concepto, el concepto lo comparte, lo que no comparte es el límite de la edad?, requirió Cecchi.
- No comparto en absoluto que tengan que decir que una persona tiene que cesar en sus funciones por una cuestión de la edad, en tanto y en cuanto demuestre que puede seguir estando en funciones; porque no solamente las personas jóvenes pueden dar fruto de un buen desempeño, no hay que desaprovechar lo que es el conocimiento de la gente que tiene años en el trajín judicial.
- Si en el futuro un eventual Poder Ejecutivo decidiera hacer uso de las facultades que le otorga la Constitución y dar la inamovilidad a su cargo, ¿usted defendería sus derechos?
- Voy a defender el derecho a la carrera judicial y voy a defender el derecho que creo que puedo ocupar un cargo, porque cuando yo cumplí 65 años nadie se acordó de
que la Constitución decía una cosa, que cesaba la inamovilidad; yo seguí en funciones y nadie se acordó, como nadie se acuerda de todos los jueces que tienen más de 65 años, tienen 70 y 75 años y están en sus funciones y nunca nadie nos ha solicitado absolutamente que dejemos nuestros cargos por esas circunstancias.
- ¿O sea que de producirse, usted le iniciaría un juicio a la Provincia?
- No sé si sería necesario.
- Pero si un gobierno ejerce las facultades constitucionales de cesar su inamovilidad por haber pasado el límite de edad, ¿usted cómo lo defendería?
- Ya vería cómo sería la cuestión que planteara la Provincia y de qué forma me lo va a plantear; no todo se arregla en un juicio.
- Está bien.
- ¿Usted quiere saber si yo voy a litigar contra la Provincia?
- No, quería saber cómo iba a defender sus derechos.
- Cuando sea necesario que litigue, voy a litigar, sea por cualquier motivo que tenga que ver con la independencia de un juez, por la intangibilidad, por la inamovilidad, por lo que fuera necesario.

Reforma penal
“¿Qué opinión le merece el actual proceso de transformación iniciado en el
Fuero Penal?”, continuó preguntando el legislador socialista. “He formado parte del proceso de transformación y he sido el coordinador de las 11 comisiones del Plan Estratégico del Estado Provincial para la Justicia Provincial. He actuado permanentemente con los representantes del Colegio de Magistrados que trabajaron en el proyecto del Código Procesal Penal, y hemos bregado por la oralidad en la Provincia de Santa Fe durante muchos años, hemos bregado para que se modifique el Código Procesal Penal. La oposición ha dicho que yo me opuse al Código de la Bicameral, pero no es una oposición a la oralidad, es una oposición al contenido del Código de la Bicameral del año 1992”.
“¿En qué sentido?”, insistió el diputado socialista. “En el sentido de que establecía circunstancias de que desaparecían las Cámaras de Apelaciones que están dentro de la Constitución Nacional y establecía una Cámara de Casación Penal, que ha sido el fracaso de todos los procedimientos penales en el país (…) Nunca nos hemos opuesto a la oralidad, ni nos vamos a oponer a que se cumpla con la Constitución para que tengamos juicios por jurado”, amplió Bassó.
La conversación siguió hacia una Acordada firmada por la Cámara Penal santafesina el 21 de junio de 1993, donde se establece la inconstitucional de una futura Cámara de Casación
Penal. “En ningún momento dijimos que nos oponíamos nosotros a que funcionara la oralidad dentro del proceso penal”, insistió Bassó.
Más adelante, el diputado Aldo Strada retomó la discusión sobre la oposición de los magistrados a la implementación del juicio oral. “Siempre se dijo que fundamentalmente era la familia judicial, el sector de los magistrados, quienes se oponían fervientemente a la reforma. ¿A usted le consta que hubo oposición?”, preguntó el hombre del ARI. “En absoluto”, respondió Bassó.
- Entonces, si no hubo oposición, ¿por qué cree que no se sancionó antes ni se modificó antes? ¿Quiénes eran los que se oponían? ¿No sabe quiénes eran los que sen oponían?
- No sé quiénes se oponían, pregunten ustedes...
- ¿Usted nunca escuchó que alguien se oponía, que ninguno de los jueces se opuso a modificar el sistema judicial del Código Procesal Penal de la Provincia? ¿Eso ocurrió mágicamente?
- Mire, le voy a explicar algo. Después que se desechó el proyecto de la bicameral, hubo otros proyectos, ¿sabe de quiénes?, de los presidentes de las Cámaras de Apelaciones, que son jueces. Entonces, si nos estábamos oponiendo los jueces a ese sistema, no sé por qué los presidentes de las Cámaras de Apelaciones trabajaron un año en hacer otro proyecto; y pregunte cuál fue el destino.

La impugnación de Piñero y Gauna
“La semana pasada, una abogada del fuero local, interviniente en una causa del asesinato de un policía, que aparentemente tendría connotaciones con el narcotráfico, lo acusó de mora judicial porque había demorado su voto entre diciembre y octubre, cuando, según ella, tendría entre 10 y 30 días para hacerlo salir o no”, continuó Cecchi.
“Yo voté en segundo término en ese expediente. Desde el día que me pasaron el expediente a fallo, me vinieron a apurar; esa es la independencia que tienen los jueces”, arrancó el magistrado. “Lo que llama poderosamente la atención es que esta sentencia salió en octubre del año pasado; y desde octubre del año pasado hasta ahora la doctora Piñero nunca tuvo que quejarse, nunca acudió a los medios para quejarse de aquella demora. Actúan de esta forma ante la nominación del suscripto al cargo. Entonces, también tenía plazos para quejarse, plazos para denunciarme, y no lo hizo”, se defendió Bassó.
El diputado socialista también trajo a colación otra denuncia presentada por el ciudadano Orlando Gauna, donde se acusa a Bassó de mora y animosidad hacia el denunciante en una causa por robo tramitada en 1984. “Estos hechos que se señalan en forma puntual pueden ser inmediatamente corroborados por esa Comisión de Acuerdos, lo que demostraría que el Dr. Bassó juró fidelidad al Estatuto para el Proceso de Reorganización Nacional desempeñándose como juez de Crimen. Por oscuros motivos, que sospecho pero que no puedo probar, alojó al dicente en su condición de procesado junto con penados y luego prolongó ilegalmente su detención. Hechos que en su momento no fueron denunciados por falta de medios materiales”, dice la parte final del escrito ingresado por Orlando Gauna.
“Este señor se olvida que el estado de derecho tiene que seguir funcionando. En los gobiernos de facto no hay Legislatura pero la Justicia tiene que seguir funcionando porque si no, sería el caos. Todos juramos por lo que se nos pone adelante”, arrancó Bassó, justificando su actuación durante la dictadura militar.
“Este señor se olvida de muchas cosas”, continuó el aspirante, repasando luego los principales pasos de este proceso penal que culminó con la condena de Gauna por el delito de robo calificado. “Acá está el informe del secretario privado. No sé cuál es su queja… ¿la queja es que juré por el Estatuto de la Revolución?”, preguntó retórico el magistrado. “Estatuto de Reorganización Nacional”, corrigió el secretario de la comisión.

Buenos modales
Otro caso que puso en discusión Alfredo Cecchi fue el de un ciudadano francés, propietario de un coto de caza en San Javier, detenido por contrabando de armas. “Uno de los cargos que se le hace tiene que ver con el trato con los jueces de primera instancia, que los hace sentir -no sé si es el término correcto- apretados o perseguidos”, planteó el diputado.
“Yo no intervine en ese caso, en absoluto, intervino la Sala Primera. Lo que sí le voy a contestar, es que a mí me pagan para que trabaje en el Poder Judicial y no para que tenga amigos. Debo ser el vocal de Cámara que más nulidades ha decretado por la sentencia de los jueces de Primera Instancia. No tengo ningún problema en declarar nulidades, no tengo ningún problema en imponerles las costas a los jueces; el hecho de que yo sea presidente del Colegio de Magistrados no me impide, en absoluto, tener que hacerlo, y he pedido el jury a dos jueces.
- ¿Recuerda a qué jueces?
- Al doctor González, que ya se jubiló, juez Correccional. En dos oportunidades el Procurador le aplicó una sanción porque cuando le dije qué es lo que pasaba, me dijo: mirá, si le pido el jury, tengo que laburar en el jury. Entonces, ya con una sanción es suficiente.
- ¿Fue el Procurador Bof?
- Sí, no tengo ningún drama en decirlo porque lo he dicho públicamente. Yo no tengo problemas con los jueces, tampoco me importa que mis pares me critiquen por las decisiones que tomo jurisdiccionalmente. El doctor Kilibarda conoce que he declarado nulidades porque no entiendo lo que escriben los jueces de Primera Instancia, usted lo sabe perfectamente. He declarado nulidades porque no comprendo qué es lo que quieren decir y cuál es el desarrollo intelectual para hacer una sentencia; durante muchos años he votado solo por la nulidad, mis colegas no me han acompañado; ahora me acompañan, cambió la integración de la Sala”.
“Los jueces tienen que aprender a trabajar, nosotros tenemos que dar respuestas a la sociedad y la sociedad se queja, muchas veces con justa razón”, remató Bassó.

La última cena
Para el final de su intervención, el diputado socialista reservó sus dudas sobre la cena organizada por el Colegio de Magistrados en la ciudad de Rosario. Cecchi había denunciado que los jueces se burlaron de la voluntad popular expresada en las urnas el pasado 2 de septiembre, cuando entonaron a viva voz la canción “Resitiré”. Para el magistrado la interpretación de los hechos es totalmente diferente. Según Bassó, si hubo jueces molestos en dicha reunión, fue porque no estaban conformes con las “chicas que había para sacar a bailar”.
- Yo tengo una última pregunta, señor presidente. Me preocupa, si realmente fuera así y por toda la connotación que tiene -y supongo que usted se debe haber sentido halagado- que el viernes pasado, una fiesta del Consejo de la Magistratura en Rosario, terminó siendo una especie de apoyo a su promoción, a su persona.
- ¿Por qué apoyo? Yo hice un discurso institucional porque soy el presidente del Colegio de Magistrados, y me aplaudieron.
- Y terminó con un número artístico donde se entonó la canción “Resistiré”. Los dan como presentes a varios jueces de Rosario y de Santa Fe, inclusive al ministro Rosúa.
- Sí, estaba el ministro Rosúa.
- ¿Y terminó así?
- No terminó así, empezó así. En el medio de la cena actuó una señorita que cantó algunas canciones. Usted menciona “Resistiré”, ¿por qué, tiene alguna connotación conmigo?
- Bueno, había gente presente que, aparentemente, desconocía cuál era...
- Entiendo que el anteaño pasado -es un año cada uno que hacemos la fiesta institucional, un año en Rosario y un año en Santa Fe- cantaron una canción del hijo de Lolita Torres, Diego Torres; cantaron esa canción y distribuyen la letra para que la gente la cante. Ahora si usted me pregunta por “Resistiré”, no tengo la menor idea, no lo organicé yo. No sé cuál es su pregunta, si usted cree que “Resistiré” es una cuestión mía, de resistir no sé qué cosa.
- Me da la sensación de que es una expresión institucional grave que se da en este contexto.
- Le deben haber informado mal, porque esto no tiene ninguna connotación institucional. Si acostumbran ellos a poner una canción que les guste, no sé; el año pasado fue la de Diego Torres, cuál era el significado, han puesto una canción que les ha gustado; yo no sé qué es lo que dice la canción.
- ¿Usted notó que hubiera jueces molestos por lo que pasó?
- No, en absoluto, pero puede haber jueces molestos siempre, porque no les gusta la comida, porque no les gusta la música, porque no le gusta el show o porque no les gustan las chicas que había para sacar a bailar.

No hay jueces brillantes
Sobre el final de la entrevista le llegó el turno al diputado Aldo Strada. El representante del ARI quiso saber la opinión del camarista sobre el sistema de selección que se estaba empleando en su caso, a partir de la polémica desatada cuando se compara el método santafesino con el sistema implementado a nivel nacional por el Decreto Nº 222.
“Yo creo que no todo tiene que ser copiado. El decreto 222 del presidente de la Nación puede ser una instancia que no sabemos si realmente es buena o es mala, porque yo no tengo ninguna noticia sobre cuál fue el resultado de las impugnaciones que fueron hechas para los candidatos que designó el presidente Kirchner”, apuntó suspicaz el magistrado.
- ¿Conceptualmente está de acuerdo con que sea un proceso más público, con posibilidades de mayor participación?, insistió Strada.
- Estoy de acuerdo, totalmente de acuerdo con esto...
- ¿Modificaría el sistema actual de la Provincia?
- Esa no es una cuestión en la que yo pueda tener ingerencia. Eventualmente, si yo fuera gobernador a lo mejor buscaría algún sistema, pero no sé qué puede pensar el doctor Binner sobre esto; vamos a esperar...
Pero lo más jugoso fue su opinión sobre el funcionamiento del actual sistema de selección de magistrados en Santa Fe. “Creo que el sistema implementado en el Consejo de la Magistratura es el mejor, porque se terminó con el “dedo”. Ahora se designan, posiblemente no los mejores, porque se presenta poca gente en los concursos. Antes, cuando no se rendía oposición, nosotros luchamos durante mucho tiempo para que el Consejo de la Magistratura sea reglamentado y tengamos oposición y dos instancias más, la de antecedentes y la entrevista personal, y se reglamentó. Antes se presentaban 20 personas para cada cargo que se llamaba a concurso y ahora se presentan 5 ó 6, y hay algunas veces que ni siquiera se logran los 4 para que se pueda concursar y hay que volver a llamar a concurso. Entonces, posiblemente no se designe a los más brillantes, pero se designan a los menos peores, porque tienen que rendir y la oposición no siempre es gratificante”, dijo muy suelto Bassó.
Pero el camarista no se contuvo con sus apreciaciones sobre los colegas del fuero y apuntó sus dardos al renunciante ministro de la Corte Rodolfo Vigo. “El que quiera ser académico, va a tener que priorizar su trabajo en el Poder Judicial. El que quiera ser académico, que se quede en la universidad”, disparó el posible jefe de fiscales de la provincia, adelantando un criterio para el futuro sistema penal santafesino.
“Antes se podía ser titular de una sola cátedra, pero ahora hay jueces que dan clases en Reconquista, Resistencia, Posadas, Misiones, Barcelona y no sé dónde más”, intervino Danilo Kilibarda. “Usted me ha escuchado criticar al doctor Vigo…”, buscó cómplice Bassó. “No”, dijo secó el diputado justicialista, previendo la estocada. “No, pero si yo se lo he dicho a él, que ha priorizado el academicismo a su trabajo en el Poder Judicial; no lo conocíamos en el Tribunal...”, remató.

El Falcon Verde
El domingo pasado, la diputada Alicia Gutiérrez publicó una nota de opinión, donde cuestionaba el pasado de Agustín Bassó como juez de la dictadura militar y advertía sobre posibles vínculos del camarista santafesino con sectores de la derecha peronista en la década del ´70.
El tema fue abordado por Aldo Strada, cuando quiso saber si el aspirante a la Procuración General de la Corte tenía algún tipo de vínculo con el destituido juez Víctor Brusa. “Sí, lo conozco”, respondió Bassó.
- ¿Es amigo del doctor Víctor Brusa?, avanzó el legislador
- No soy amigo del doctor Brusa. Y lo último, aunque sea me gustaría que me den el Falcon verde para salir a secuestrar gente, porque con mi auto no voy a salir, porque ya han dicho que integraba los grupos de tareas. Yo creo que se están confundiendo de persona...
- ¿Era otro Bassó?, quiso saber Mario Esquivel .
- Creo que se están confundiendo de persona. Ya se confundieron en el año 1991 y me pusieron en una lista de los candidatos a diputados en un hotel, y esto y lo otro. No era yo. Es un primo hermano, que tuvo militancia en la Juventud Peronista y en Montoneros; pero no soy yo. Se equivocan, por eso voy a reclamar el Falcon verde para salir en el grupo de tareas...
Ninguno de los presentes reaccionó ante semejante sarcasmo. Agustín Bassó se levantó tranquilo de la sala de reuniones y salió por la puerta trasera de la Legislatura para eludir el encuentro con los periodistas.

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