domingo, 17 de junio de 2007

El otro heredero de Ramos

El empresario español acordó con Silvana Suárez, ex mujer del fundador del diario, la compra de su paquete accionario. Se quedó con 37,8% pero va por el control total. El equilibrio con los otros accionistas, la posible negociación con De Narváez y la ayuda de Ávila. Los planes para el matutino.
Por Sebastián Catalano
Cuando el jueves 14 al mediodía, el empresario español Antonio Mata, estampó su firma en los papeles del acuerdo con Silvana Suárez, ex mujer de Julio Ramos, por la compra de 37,8% de Ámbito Financiero, cumplió un anhelo que alimentaba desde su salida de Aerolíneas Argentinas: poner un pie en el mercado de medios locales.
Las negociaciones del ex presidente de la aerolínea, desde hace más de un año el "candidato puesto" a comprar todo en los tan vigentes pases de manos en el negocio de la comunicación, no fueron sencillas ni estuvieron exentas de dilaciones. De hecho, las tratativas habían llegado a buen puerto con el propio Ramos. No pudo ser. Pero poco más de medio año después, Mata volvió a Buenos Aires –un destino recurrente para él en los últimos meses– para pulir los detalles de la transacción. Cuarenta y ocho horas después de su aterrizaje, el español celebró finalmente con un discreto almuerzo su desembarco en el principal diario económico del país.
Y no lo hace con pocas ambiciones: "Quiero hacer de Ámbito Financiero un diario económico líder de Latinoamérica". Así lo afirma a Fortuna y es ése el mandato que tendrán quienes lo acompañen en el proyecto.
El paquete accionario al que accede Mata pertenecía a los hijos menores de Ramos y era administrado por la ex mujer del empresario. "Cumplí el deseo de Julio: él había elegido a Mata", asegura Suárez a esta revista.
Si bien no trascendieron oficialmente los detalles, la operación se habría cerrado en una cifra cercana a los u$s 10 millones, monto que respeta los términos conversados hace meses entre el español y el fundador del diario. El acuerdo firmado por Mata y Suárez ante escribano público, que se hará plenamente efectivo cuando concluyan los trámites judiciales pendientes, abren el camino a la negociación por el control del diario, la cual de una forma u otra se venía desarrollando desde la muerte de Ramos, a fines del 2006. Además de Mata, otros accionistas podrían a mover sus piezas. Tal vez para retener el management, tal vez para vender. En cualquier caso, está claro que el recién llegado aspira al poder total: "Sólo por eso compró", aseguran sus allegados y repiten en el edificio de Paseo Colón y San Juan.
Por su parte, Claudio Ramos, hijo mayor de Julio, es dueño del 21,9% de las acciones y es el primero que se sentaría a discutir con Mata el nuevo equilibrio accionario. Pero no es el único involucrado: AISA, la sociedad conforma por Carlos Ávila, el grupo Vila-Manzano y Francisco de Narváez, ostenta el 20% del diario, y otros socios minoritarios también terciarán en las conversaciones.
Pero las intenciones de Mata son firmes: management, inversiones y liderazgo son tres etapas clave de su plan de negocios para Ámbito. "La idea no es tener una posición minoritaria. Igual que en otras empresas, lo fundamental es tener el management. Por eso se van establecer todos los consensos necesarios con el resto de los accionistas", asegura en privado. La referencia es una alusión directa a su paso por Aerolíneas Argentinas, una sociedad que se repartía en partes iguales entre tres socios, pero en la que él tenía el control gerencial. La inyección de fondos frescos, en tanto, está descontada. "Si se tiene en cuenta que el plan original era comprar el 100% del diario hace un año, plata sobra para proyectos y tentar a otros accionistas", reproducen quienes conocen sus intenciones.
El elegido
Por lo pronto, Mata ya es el principal accionista del diario y está muy cerca de tener más. Según la propia Silvana Suárez, además del paquete accionario que vendió "hay más acciones que me corresponden, pero que aún resta resolver legalmente el momento para hacerme cargo de ellas porque son parte de los bienes gananciales que pertenecen a la disolución de la sociedad conyugal con Ramos".
Esas acciones también se las venderé a Mata ni bien pueda" anticipa y agrega "espero que sea pronto". Pocas horas después de cerrada la venta, Suárez resalta la figura de Mata y lo describe como "un caballero que respetó todos los montos hablados con Julio". Está confiada en que el español puede ser un "un excelente dueño de Ámbito".
Mientras Ramos vivía, el 71% de las acciones de Ámbito estaban en su poder: un 61% en forma directa y el restante 10% a través de dos compañías: Blumel y Raim. El resto estaba en manos de AISA (20%), Roberto García, director periodístico del diario, (6%) y Claudio Ramos (3%).
Pero el testamento de patriarca de Ámbito modificó de plano los porcentajes. Ramos hizo uso de una opción testamental por la cual cualquier persona puede repartir el 20% de su patrimonio a su antojo. Es lo que se conoce legalmente como "legítima".
Así, luego de su muerte, el 20% de su capital en el diario –o el 14,2% de las acciones– pasaron a un grupo de periodistas y otros allegados entre los cuales se encuentra Diana Jure, su última pareja.
El restante 80% del patrimonio del empresario se repartió en partes iguales entre sus tres hijos: Claudio, Julia y Augusto. Por ser los dos últimos menores de edad, su herencia es administrada por su madre, Silvana Suárez, la segunda esposa de Ramos. Son esas acciones las que ella le vendió a Mata.
La relación entre el ex empresario aerocomercial y algunos de los integrantes de AISA fue siempre algo tensa. Como AISA tenía en su poder una cláusula de "first refusal", por la cual podían igualar cualquier oferta que le hicieran a Ramos por el restante 80% de la compañía, sus integrantes habían interpuesto un recurso cuando trascendió que Ramos y Mata habían abierto negociaciones. Si bien Mata tenía el apoyo de Ávila, ni Vila ni Manzano veían con buenos ojos su posible ingreso en el diario. La muerte de Ramos dejó las negociaciones y el recurso judicial sin sentido. Ahora Mata volvió a la carga, pero de la mano de Suárez.
Maraña
En su entorno aseguran que su llegada traerá aires conciliadores. El hombre está dispuesto a sentar al atomizado grupo de accionistas a la misma mesa. Sólo duda de la enmarañada trama de sociedades y relaciones personales y familiares que integran Ámbito Financiero. No son pocos quienes apuestan a que Claudio Ramos, por ejemplo, podría ir también tras las acciones de AISA. Estaría convencido de su poder de convicción para contar con el resto de los accionistas -García y los demás beneficiarios de la "legítima", sus "compañeros de trabajo".
"A Mata lo vi tres veces en mi vida. No lo conozco ni sé detalles del acuerdo con la señora Suárez. Sospecho que si entra a la sociedad va a tratar de tener una participación mayoritaria", asevera Roberto García, accionista y director periodístico de Ámbito. "Si hay que vender, yo le vendo al que venga. Con Claudio trabajo muy poco y con Mata nunca trabajé. Prefiero seguir concentrado en temas periodísticos", dice y no duda en afirmar "el diario se vende más que antes… aunque no sé por cuanto tiempo".
AISA es una de claves de la conformación final del paquete accionario del diario económico. Hasta el momento, la sociedad tiene entre sus accionistas a Carlos Ávila (35%); a la sociedad Zarova (60%), y a Luis Nofal, socio histórico del creador de Torneos & Competencias, con el 5%. El 50% de Zarova está en manos de Francisco De Narváez y la restante mitad pertenece al grupo Vila-Manzano. Pero según informó FORTUNA en su edición del 2 de junio, Ávila está en negociaciones con De Narváez para desprenderse de su participación en la sociedad. Así, el dueño del diario El Cronista –único competidor de Ámbito Financiero– se quedaría con la mayoría accionaria (un 65%) de la sociedad que es dueña del 20% del diario de Ramos. Fuentes del mercado aseguran que, de concretarse la operación entre Ávila y De Narváez, este último estaría dispuesto a impulsar la salida de AISA de Ámbito y se centraría en el periódico salmón y en otros negocios de la sociedad relacionados con la televisión.
Buenos Amigos
Pero el complicado cruce de accionistas e intereses no termina aún. La relación entre Carlos Ávila y Antonio Mata es fraternal y muy estrecha, al punto que él mismo acercó al español a Ramos para empezar las tratativas de venta del diario. "Soy amigo de Mata desde que llegó al país", recuerda Ávila. Además, si se concretara la venta de sus acciones en AISA, y a instancias de Mata, Ávila desembarcaría en el negocio aerocomercial con la compra de la concursada aerolínea de lujo AeroVIP.
Si Ávila cierra con De Narváez, quizá éste puede convencer a sus socios en Zarova para que vendan sus acciones en Ámbito. Y Mata parece el comprador ideal, sobre todo porque ni Vila ni Manzano lo quisieron en su momento como partner.
El Ambito de Mata
"Llevo no menos de 15 años hablando de propuestas intermitentes de compra de un diario como Ámbito Financiero, con más o menos seriedad. Personalmente creo que hay que agregarle capitales a los medios gráficos de prensa porque somos muy endebles frente a tantas formas informativas tecnológicas", escribió Ramos en una carta que le envió a la revista Noticias pocos días antes de su muerte. La leyenda cuenta que una de esas tantas ofertas que recibió para vender su criatura fue de u$s 100 millones y que las tratativas estaban tan avanzadas que se llegó a firmar una carta de intención. A último momento, arrepentido, exigió que la suma se pague en efectivo y la operación se canceló. Eran otros tiempos, sin dudas, y el fundador del diario estaba al timón de la empresa. Su desaparición física marcó el punto final de una era que él construyó a su medida. Ahora es tiempo de otro Ámbito y todo indica que estará en manos del heredero que el propio Ramos había elegido.

Fuente: Fortuna

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