martes, 2 de septiembre de 2008

Bolivia: La Libertad de Expresión y la seguridad de los periodistas están en grave peligro

Denuncia del Tribunal Nacional de Ética Periodística
En Bolivia, la Libertad de Expresión y la seguridad de los periodistas están en grave peligro, advirtió ayer, el Tribunal Nacional de Ética Periodística que ingresó en funciones.
Este tribunal está integrado por reconocidas personalidades del gremio periodístico como del Foro Boliviano. Lo integran los ex presidentes de la Corte Suprema de Justicia, Armando Villafuerte Claros y Willman Durán Ribera, además de los premios nacionales de periodismo, Jaime Humerez Seleme, Alberto Zuazo Nattes y Harold Olmos Mercado.
En un documento titulado Ante la Patria amenazada, el Tribunal destaca que, Bolivia acaba de atravesar la experiencia traumática de un referéndum revocatorio de legalidad controvertida. La actitud de los bolivianos fue, sin embargo, ejemplar. Acudieron a votar masiva y pacíficamente, decididos a ejercitar su derecho a elegir.
Ahora, vemos con preocupación que los peores vaticinios sobre ese plebiscito empiezan a volverse realidad. Los disturbios de Santa Cruz, Sucre, Yacuiba y un doloroso etcétera, son la primera muestra, a la que pueden seguir otras peores, a menos que haya un cambio de actitud de los líderes de la Nación.
Eso lo empezamos a vivir con un paquete de decretos que descarta al Congreso y llama a los bolivianos a votar por un proyecto de constitución ampliamente considerado como irregular.
Los periodistas están entre las primeras víctimas del combate brutal en que se ha convertido la cobertura informativa. Se los amenaza, se los insulta y se los golpea sin el menor respeto por la función que ejercen.
Por eso, angustiados por el despeñadero hacia el que la Patria parece aproximarse, bajo la actitud complaciente de quienes deberían procurar la unidad antes que la confrontación, la justicia antes que la ilegalidad, la rectitud antes que la complicidad con una intolerancia generalizada que empieza a romper sus límites, los miembros del Tribunal Nacional de Ética, a tiempo de iniciarse hoy la actividad pública de este órgano de autorregulación periodística,

Declaramos:
1.- En Bolivia, la Libertad de Expresión y la seguridad de los periodistas están en grave peligro. Han pasado a ser víctimas de las situaciones de anarquía toleradas y, peor, instigadas por autoridades, instituciones y agrupaciones proclives al autoritarismo.
2.- Bolivia ofrece un panorama legal desolador. El país parece vivir en un desierto donde todas las ilegalidades pueden ocurrir debido a la quiebra inducida de las instituciones cuya misión es preservar el estado de derecho.
3.- A este panorama se suma una crónica quiebra moral en la que medra la corrupción y en la que conviven tanto corruptos como corruptores.
4.- La tolerancia parece estar perdida por la práctica perniciosa de descalificar a quien piensa diferente.
5.- El país se ha escindido peligrosamente. Las regiones se ven forzadas al enfrentamiento en tanto que modelos políticos y económicos antagónicos promueven la división en todos los ámbitos en que actúan.
6.- El gobierno, que debería ser factor de unidad, parece empeñado en dividir en lugar de unir, acentúa las divergencia en lugar de buscar genuinamente superarlas, incurre en ilegalidades y se jacta de su poder y habilidad para ‘legalizarlas’. Varias regiones se mueven en dirección contraria al gobierno y, así, el país está tensado por fuerzas que pugnan más por desintegrarlo que por unirlo. Las fuerzas opositoras tampoco exhiben coherencia con la democracia ni ofrecen esperanzas creíbles y convincentes para la ciudadanía.
7.- La situación de legalidad fragilizada que aqueja a la nación deja al país paralizado y al ciudadano desamparado, con sus esperanzas disminuidas y con miedo. La incertidumbre contamina por igual a las instituciones defensoras de las libertades individuales y colectivas, entre ellas la Libertad de Expresión.
8.- El Presidente de la República aporta al desconcierto al anunciar la ‘profundización’ de un socialismo que no logra explicar, pero que hace pensar al país que estamos a las puertas de un sistema fallido allí donde fue experimentado, y bajo el cual una de las víctimas mayores ha sido la Libertad de Expresión que acabó sumergida sin excepciones en un inmenso Gulag.
9.- Tampoco es un halago para la ciudadanía observar la condición de paria en su propio país en que se encuentra el Presidente de la República impedido de movilizarse libremente por todo el territorio nacional. Ni es democrático ni aleccionador que en dos años y medio no se lo hubiera visto responder los cuestionamientos legítimos de los periodistas en conferencias de prensa amplias, exhaustivas y clarificadoras, como corresponde a un primer mandatario ungido democráticamente..
10.- Vemos con asombro y temor los atentados recurrentes a medios de comunicación y la multiplicación de agresiones verbales y físicas a periodistas mientras cumplen su trabajo de cobertura noticiosa.
11.- El Poder Legislativo aprueba medidas que confunden y crean entre los bolivianos un clima que resta credibilidad a sus miembros. No es suficiente para calmar ese clima la afirmación de que ese poder vive bajo un chantaje amenazador de fuerzas extralegales, ni para despejar las sospechas sobre la integridad de parte de sus miembros.
12.- Ante este cuadro de avasallamiento que factura ya decenas de muertos y centenares de heridos y un año prácticamente perdido por las confrontaciones cada vez más violentas, queremos urgir a la sociedad, especialmente al gremio periodístico, a mantenerse atentos frente a los nubarrones de tormenta que amenazan a todos.
13.- Al señor Presidente le pedimos que, por respeto a su investidura y a quienes lo eligieron, deje de insultar a los periodistas y si los acusa de delitos que presente pruebas fehacientes como corresponde a un Primer Magistrado
14.- Imbuidos de estas motivaciones, llamamos al Poder Legislativo a trabajar por su redención ante los ojos ciudadanos y designar de inmediato a un Tribunal Constitucional honesto y confiable, comprometido con la justicia, como el primer paso para reencaminar a la nación por un sendero de solidez institucional.
15.- A los periodistas les reiteramos que su mejor defensa es la idoneidad profesional y la persistencia en buscar una información veraz, equilibrada y completa que ayude a la sociedad boliviana a ver mejor sus horizontes y a encontrar caminos civilizados de superación.

Fuente: Diario La Patria

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